Se acercaba una fecha demasiado especial (diría yo) para la familia, la boda de mi prima Agustina (quienes llamamos Tina). Y bueno, más que una prima... es nuestra amiga, nuestro apoyo, nuestra confidente, ¡una hermana de corazón! Y nos preguntábamos… ¿¿Qué podremos regalarles a los novios??? La respuesta era fácil: ¡¡Nuestros postres para la fiesta!! Donde con ellos podíamos expresar de la mejor manera el amor que sentimos por ellos (los novios), y con esos pequeños detalles que hacen de una celebración algo aún más especial. Uno de esos detalles fueron nuestras deliciosas galletas de vainilla con un decorado de royal icing inspirado en el vestuario de los novios, jeje. Y me permitiría decir que además de deliciosas, en cada una estaba presente el amor a la familia y la obsesión que sentimos por compartir nuestras dulces creaciones.
Aquí se pueden ver la torta y los otros dulces realizados para la ocasión (haz click en las imágenes de acá abajo para verlos con más detalles).
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